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El subtexto emocional y la compasión del Mindfulness claves para favorecer el aprendizaje.

El subtexto emocional y la compasión del Mindfulness claves para favorecer el aprendizaje.

Hace ya algún tiempo que la ciencia avala lo que la observación y el sentido común ya sabían respecto  a la comunicación y el aprendizaje.

Muchos son los experimentos que han descubierto que  mensajes positivos a la hora de valorar diferentes situaciones, transmitidos con un tono frío e incluso despreciativo causan un impacto altamente negativo en el receptor, mientras que reportes negativos dichos de forma cálida y afectuosa estimulan al que los recibe y le animan a seguir esforzándose. El subtexto emocional que subyace en el proceso de dar información, ya sea sobre comportamientos  realizados y habilidades o sobre tareas por realizar, es más importante que el mensaje textual en sí.

Sabemos que un subtexto reprobador, frío, con un texto centrado solamente en lo que se ha hecho mal,  desencadena  una cascada de acontecimientos igual  a lo que ocurre ante una situación de estrés.

Altos niveles de cortisol impregnan nuestro hipocampo, dotado de numerosos receptores para dicha sustancia y puede llegar a disminuir en un 50% nuestro rendimiento matemático y capacidad  lingüística,  ya que el hipocampo es esencial para el aprendizaje, es donde los recuerdos recientes pasan de la memoria de corto a largo plazo. Nos ponemos en situación de reaccionar de forma rígida, no podemos adaptarnos a  nuevas situaciones, no logramos concentrarnos y podemos sufrir pérdidas de memoria.

Sin embargo,  la sensación  subjetiva de éxito, genera éxito, es lo que se ha llamado  el “efecto ganador”, en este caso, se produce un aumento en la secreción de testosterona y dopamina, que aumenta nuestra sensación de potencialidad y favorece el estado necesario para la creatividad.

En nuestro contexto, nuestra cultura está llena de frases populares del tipo “quien bien te quiere te hará llorar” o “la letra con sangre entra”, hace poco, un programa televisivo de gran audiencia nos mostró, ante las cámaras, una “enorme bronca” que tenia como fin el aleccionar a uno de sus concursantes.

Hay un concepto muy interesante que introduce la práctica del Mindfulness (atención plena) y es el concepto de compasión. Aquí tenemos que salvar el importante escollo de la definición en español de la palabra compasión,  como sentimiento de conmiseración y lástima hacia quienes sufren que implica superioridad, ya que en Mindfulness, compasión,  se traduce como el deseo de que todos los seres sintientes estén libres de sufrimiento, empezando por uno mismo. Dos de las prácticas “informales”  (actividades para realizar en el día a día) que propone son: “No te critiques, ve lo bueno que hay en ti”, “No critiques a otras personas, ve lo bueno que hay en ellas”. Y es ahí, donde engancha con todo lo que la ciencia nos dice que es necesario para un correcto aprendizaje.

La práctica de la compasión que

“consiste en vernos con amabilidad y amor a nosotros mismos y los demás y no con espíritu crítico y que es una forma de  de trabajar con nuestra mente para evitar emociones negativas como la culpa, la hostilidad o la envidia”

paradójicamente provoca cierto rechazo  e incomprensión en occidente. Pienso que mas allá de ajustar definiciones, es un lastre cultural  del que con subtextos emocionales de afecto y calidez,  nos debemos liberar al comunicarnos con nosotros mismos y emprender el aprendizaje vital y al comunicar y favorecer el aprendizaje de otros.