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IV Congreso Internacional de AECOP. Parte I.

IV Congreso Internacional de AECOP. Parte I.

El pasado 19 y 20 de febrero asistí en Madrid al IV Congreso  internacional de AECOP (Asociación Española de Coaching Ejecutivo-Organizativo y Mentoring) la asociación a la que pertenezco.

Como toda experiencia vital, las conclusiones y aprendizajes que obtuve, son singulares y dependieron de muchos factores individuales: expectativas previas, situación personal, creencias, modos de hacer…

Lo que cuento aquí surge de todo eso, es mi lectura. Favorecida por las conversaciones. Esas que invitan a la reflexión, a fijar los contenidos, a la crítica constructiva. Las tuve con algunos asistentes, sobre todo con mi amigo y compañero de procesos de Coaching Gregorio Porras, al que agradezco su escucha, sus lúcidas intervenciones, sus experiencias y como siempre, su buen humor.

Muchos fueron los ponentes, diferentes los abordajes, a veces incluso  parecían contradictorios, para mí, eso habla de la riqueza que aporta la individualidad a la hora de abordar temas amplios, como el desarrollo  de personas y organizaciones a través del Coaching.

De la ponencia de Todd Kashdan, psicólogo, profesor  universitario e investigador estadounidense me llamaron la atención muchas de sus afirmaciones:

No hay un único perfil para entender la totalidad de una persona.

Nuestra forma de medir, trabajar, estudiar la personalidad es mínima, muy pequeña, así también es su impacto en los predictores de éxito  futuro.

Hay que repensar la personalidad, incluyendo más factores, uno de ellos nuestra evolución como especie, partes heredadas “tenemos mentes antiguas”.

El lenguaje modifica la conciencia.

¿Qué estás intentando hacer hoy? ¿Cuál es tu empeño? Como pregunta para obtener la máxima información.

Es necesario descubrir la “unidad más pequeña del cambio”, el esfuerzo más pequeño para iniciar el cambio, trabajar con los pequeños detalles.

Hay que contextualizar las fortalezas ¿Qué fortalezas surgen en cada momento?

Identificar los empeños subjetivos o espirituales  activa esos recursos, así se establece un vínculo importante con el bienestar.

Tenemos que contemplar las situaciones difíciles globalmente, con su parte buena y mala: Algo que te está molestando o doliendo, es lo que necesitas para replantearte las cosas.

Es necesario tener un “pesimista defensivo” en todo tipo de organizaciones, nos ayudan a crear estrategias de defensa.

Tenemos que “querer lo bueno y lo malo”